

Por F. Amanda Tugade, Des Moines Register
Es viernes por la tarde, a finales de octubre, y Perlla Deluca camina por un silencioso y solitario pasillo de un antiguo edificio escolar del sureste de Des Moines.
La voz bulliciosa de Deluca y el tintineo de sus tacones altos son los únicos signos de vida en el interior de la Escuela Primaria Percy Hoak, una propiedad de unos 18,000 metros cuadrados que lleva vacía casi una década y que en su día se pensó que podría ser un lugar para construir viviendas asequibles para personas mayores. Las uñas rosas y el sueter de cuello alto de Deluca destacan sobre su atuendo negro y las paredes vacías del edificio.
Como una artista dispuesta a presentar un nuevo proyecto, Deluca, empresaria y propietaria de la empresa contratista Southeast Constructors, con sede en Des Moines, afirma que su visión de este espacio es sencilla: Quiere crear una escuela integradora para dotar a la próxima generación de jóvenes -especialmente mujeres- de los conocimientos necesarios para trabajar en la construcción.
Deluca ha sido elegida por el Des Moines Register como una de las 15 personas a tener en cuenta en 2023 porque, el año que viene, ella y su equipo tienen previsto reabrir la antigua escuela primaria del 1801 de la avenida McKinley con un nuevo nombre, Iowa School of Construction, y dar la bienvenida a su primer grupo de estudiantes. Los alumnos, 20 de los cuales ya se han inscrito, seguirán un curso de 12 semanas que incluye lecciones sobre los fundamentos de la carpintería, la soldadura, la albañilería, las herramientas eléctricas y otra maquinaria. Las inscripciones están abiertas y las clases comenzarán en febrero.

“Si alguna vez has pensado en construir algo, en crear algo, si alguna vez has pensado en comprar una casa o en dedicarte a la venta de casas, o si quieres trabajar para la ciudad, para el gobierno o en algo relacionado con la construcción, yo diría que ésta es tu oportunidad de familiarizarte con ello”, dijo. La colegiatura de la escuela, que recibió $50,000 de Iowa Workforce Development en 2022, es de $4,200 por el curso de tres meses.
Y dado que los latinos constituyen al menos el 30% de la mano de obra de industria de la construcción, la escuela planea ofrecer clases en idiomas distintos del inglés para ayudar a los estudiantes que aún están aprendiendo el idioma. Deluca, que emigró de Brasil a Estados Unidos hace dos décadas, se encargará de traducir los cursos al español y al portugués.
“Gente como Perlla, haciendo la escuela que está haciendo y ofreciendo diferentes idiomas… está eliminando barreras”, dijo Brandon Patterson, que trabaja para la Asociación de Constructores de Viviendas de Des Moines para aumentar el número de trabajadores en el sector.
El sector de la construcción lucha por encontrar suficientes trabajadores
Deluca explicó que la idea de la escuela de la construcción surgió de lo que ella consideraba una necesidad acuciante en su sector.
Aunque la pandemia de COVID-19 agravó la escasez de mano de obra, los expertos del sector afirman que los constructores ya tenían dificultades para contratar y retener a trabajadores de la construcción desde la Gran Recesión. Cientos de miles de trabajadores fueron despedidos o abandonaron por completo el sector tras el desplome del mercado inmobiliario en 2007, y las empresas sintieron el impacto después de que la economía se recuperara a principios de la década de 2010, dijo Patterson.
Para satisfacer la demanda de mano de obra sólo este año, el sector necesitó 650,000 trabajadores de la construcción más, según Associated Builders and Contractors. El aumento de la inflación, la demanda de salarios más altos y el envejecimiento de la mano de obra son sólo algunos de los factores que contribuyen a la escasez, informó ABC. En los últimos años, el sector ha experimentado un descenso en el número de trabajadores jóvenes y una mayor proporción de trabajadores mayores que pronto podrán jubilarse.
Por eso Deluca, de 45 años, creó la Escuela de Construcción de Iowa. Su objetivo es devolver la chispa a los oficios y animar a los jóvenes del área metropolitana de Des Moines a estudiar carreras relacionadas con la construcción.
Y quiere que las mujeres sepan que también hay un lugar para ellas.
En 2020, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos informó que aproximadamente uno de cada 10 trabajadores de la construcción era mujer, una cifra que apenas ha variado en los últimos años. Esto recuerda a Deluca que hay mucho margen de crecimiento.
“No hay nada que las mujeres no puedan hacer”, afirma.
“Estuve en el campo durante años. Sé que hace frío. Sé que sudamos. Sé por lo que pasamos. Sé cómo nos tratan los hombres”.
Llegó a Estados Unidos con 100 dólares y grandes sueños
Deluca siempre ha tenido ambición.
A los 15 años, decidió que Brasil era demasiado pequeño para albergar sus grandes sueños. Una economía en transformación le bastó para dejar atrás su país natal y su familia y poner los ojos en Estados Unidos.
“Mucha gente me pregunta: ‘¿Por qué viniste aquí?’ Yo respondo: ‘Para ganar más dinero, para tener una vida mejor'”, explica.
Deluca tenía 20 años cuando llegó a Estados Unidos en 1998, con 100 dólares en el bolsillo y ganas de trabajar. Primero llegó a Fort Lauderdale, donde se alojó en casa de una prima durante una semana mientras buscaba trabajo y un lugar donde vivir.
Durante unos años, Deluca dijo que trabajó en un empleo tras otro. Limpiaba casas, era camarera y cocinera. No fue hasta que conoció en Florida a Joseph Cichowski, contratista general y antiguo propietario de Southeast Constructors, cuando su vida y su trabajo empezaron a cambiar. Cichowski contrató a Deluca, y ella ayudó a renovar casas residenciales, sobre todo pintando.
Pero Deluca quería hacer más.
En el sector de la construcción, dicen Deluca y Cichowski, se trata de tomar la iniciativa. No hay nadie que te enseñe cómo hacerlo. Observas, aprendes y haces. Y vuelves a hacerlo si no lo haces bien a la primera.
“La única forma de fracasar es si te rindes, ¿cierto? Tarde o temprano lo conseguirás”, dice Cichowski, a quien Deluca encargó la enseñanza y la elaboración del plan de estudios de la escuela de construcción.
“Cuando tratas de desarrollar habilidades y todo eso, tienes que centrarte en eso y poner tu 100% ahí”, dijo.
La construcción es una carrera “admirable” que requiere conocimientos y formación
Cichowski y Deluca afirmaron que a menudo se estereotipa a los trabajadores de la construcción como personas que no son lo suficientemente buenas como para ir a la universidad o que necesitan un trabajo sólo para llegar a fin de mes. Ninguna de las dos cosas es cierta.
Instalar paneles de yeso, mezclar y verter cemento, cortar madera perfectamente recta, manejar maquinaria pesada como pavimentadoras de asfalto o topadoras, o incluso colgar repisas o un televisor en una pared requiere conocimientos y formación, dijeron.
“La construcción es una profesión admirable”, afirma Cichowski, de 53 años y residente en Des Moines. “Es noble. Se construyen cosas. Construyes las carreteras por las que circulamos. Estamos construyendo los puentes que cruzan nuestras familias”.
Cichowski y Deluca se mudaron a Iowa hace unas décadas.
Deluca adquirió más habilidades mientras trabajaba para Cichowski. Como su confianza iba en aumento, le dijo a Cichowski que ya no quería trabajar para él, sino con él. Quería ser su socia y decidió obtener la licencia de contratista general.
En 2013, tras acumular más de una década de experiencia, Deluca dio un paso aún más audaz: Compró la empresa de Cichowski y se convirtió en la única propietaria.
“Él siempre dice: ‘Ahora trabajo para ti'”, dijo Deluca, riendo. “Y es verdad. Sé que trabaja para mí”.
Aunque los latinos constituyen una gran parte de la mano de obra de la construcción, siguen estando infrarrepresentados en los puestos directivos. Aproximadamente el 14% de los directivos de la construcción son latinos, según la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. de 2020. Las mujeres también están muy infrarrepresentadas en los puestos directivos, con sólo un 9%, según Zippia, un sitio de empleo.
“La idea errónea es que no es un lugar para mujeres”, afirma Cichowski. “He estado en muchas reuniones en las que los organismos públicos tenían esa actitud, y no creo que sea correcta. Perlla es testimonio de ello. Es un sector dominado por los hombres, pero no debería ser así. Las mujeres pueden participar”.

El sector de la construcción se convirtió en “un trampolín hacia algo mejor”
Deluca afirma que la Gran Recesión les obligó a ella y a Cichowski a ver más allá de las reformas de viviendas. Hambrientos de trabajo, encontraron la oportunidad de reparar unos muros destruidos por la inundación de 2008 en Cedar Rapids. También emprendieron otros proyectos en Iowa, como la restauración de Normandy Drive en Iowa City, la creación de un estacionamiento adaptado a la ADA para el Blank Park Zoo de Des Moines y la repavimentación del tablero del Women of Achievement Bridge.
Hasta la fecha, Southeast Constructors ha realizado docenas de proyectos en cinco estados.
Deluca recuerda un proyecto en particular en el que su empresa recibió el encargo de rehabilitar el exterior de la casa del ex presidente Harry Truman en Independence, Missouri.
“Ni siquiera soy de este país y me dejan arriesgarme a quemar la casa”, bromea.
Con la vista puesta en el futuro, Deluca reflexionó sobre su carrera y su nueva escuela. Cree que es su oportunidad de dar un paso adelante y animar al próximo grupo de estudiantes -algunos de los cuales pueden ser mujeres o inmigrantes, o ambas cosas, como ella- que quieren una oportunidad de tener una vida mejor.
“Creo que el hecho de haber realizado tantas cosas me ayuda ahora, quizá con los estudiantes”, afirma. “La gente me pregunta: ¿Por qué la escuela? Porque yo estaba allí. Estuve limpiando mesas. Quiero demostrarles que se puede hacer algo mejor, no que limpiar mesas tenga nada de malo. Sólo digo que es un trampolín hacia algo mejor”.
- Amanda Tugade cubre temas de justicia social para el Des Moines Register. Escríbele a [email protected] o síguela en Twitter @writefelissa.
Conoce a Perlla Deluca
EDAD 45
VIVE Des Moines
EDUCACIÓN: Broward College
CARRERA: Propietaria y presidenta de Southeast Constructors
FAMILIA: Tres perros – un Cane Corso de 1 año; un Yorkshire Terrier de 2 años; y un bulldog francés de 11 años.