Por Rossany Auceda, Iowa Department of Public Health
“Mi hijo no hablaba, se caía constantemente y era muy hiperactivo”, compartió Luis Fierro, padre de un adolescente que a los cinco años se envenenó con plomo.
La familia alquilaba un apartamento viejo en Council Bluffs y no sabía que la pintura por dentro y por fuera contenía plomo. Según una inspección del apartamento realizada en 2013 por el Departamento de Salud Pública de Iowa (IDPH), se encontraron peligros de pintura con plomo en el interior, tales como puertas, ventanas y piso. También se encontraron peligros de plomo en el techo del porche exterior, la baranda y los postes donde la pintura se estaba agrietando, pelando y descascarando.
Según los padres de Luis Fierro (hijo), a él le gustaba jugar en todas partes, dentro y fuera del apartamento, y siempre se llevaba los juguetes y los dedos a la boca. “Así es como probablemente le entró plomo en el cuerpo”, concluyó IDPH.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dicen que ningún nivel de plomo en el cuerpo de un niño es seguro. El plomo en el cuerpo de un niño puede provocar daño renal, cólicos (dolor de estómago intenso), debilidad muscular, daño cerebral y la muerte, si se tragan grandes cantidades de plomo.
“Mi hijo”, dijo la Sra. Leticia Soria “necesitó terapia para hablar y educación especial para aprender y salir adelante”. “Lloré al ver a mi hijo luchando… No estaba segura si alguna vez él recuperaría su salud”. Afortunadamente lo hizo, después de varios años de tratamiento y trabajo, comentó la mamá.
En algunos casos, puede ser necesario un tratamiento químico para ayudar a eliminar el plomo del cuerpo de un niño. En este caso, es probable que el niño se recupere una vez que termine el envenenamiento por plomo, pero no hay garantía de que se eviten los efectos del plomo a largo plazo en la salud, informaron los CDC.
Cuando se encuentra plomo en el cuerpo de un niño, es importante eliminarlo lo más rápido posible para evitar que ocurran impactos en la salud a largo plazo. La familia Fierro Soria acabó comprando y mudándose a su propia casa donde “no hay más plomo” allí.
Comuníquese con el Departamento de Salud Pública de Iowa al (515) 281-3225 o al 800-972-2026 o visítenos en línea aquí