
Por Jessica Meza, KCUR, Nebraska Public Media
El sábado, miles de personas se volcaron a la calle O para protestar contra el desfile militar del presidente Donald Trump y sus políticas. Los manifestantes ondeaban banderas de Estados Unidos y levantaban carteles con demandas como la reforma migratoria, beneficios para veteranos y acceso a la educación internacional, entre otras. Lincoln fue una de las 13 ciudades en Nebraska que se sumaron a la protesta nacional “No Kings”.
Previo a las manifestaciones, el gobernador Jim Pillen activó la Guardia Nacional de Nebraska como medida preventiva ante la cantidad de protestas programadas para ese fin de semana. Sin embargo, la jornada transcurrió de forma pacífica en todo el estado, sin que se reportaran despliegues de la Guardia Nacional ni incidentes con las autoridades.
En Lincoln se realizaron dos protestas, una por la mañana y otra por la tarde. Cada una se extendió por más de tres horas.
Manifestantes exigen cambios
Shannon Sutherland, exmarine, marchó con un cartel que decía “Veterano contra el fascismo”. Expresó su preocupación por lo que considera una deriva autoritaria en el país. Tras la insurrección del 6 de enero de 2021, este veterano de 60 años sintió que Trump había dejado claras sus intenciones personales para Estados Unidos.
“No presté juramento para servir a un hombre. Mi juramento de alistamiento fue para defender la Constitución”, declaró Sutherland.

Hailey Fischer, de 28 años, escribió con tiza verde en la esquina de las calles 15 y O. Fischer, quien trabaja en una firma de abogados de inmigración, expresó que desde las elecciones, los acontecimientos recientes en materia migratoria le parecen preocupantes. Decidió alzar la voz después de la redada de ICE en una planta procesadora de carne en Omaha.
“Estados Unidos se fundó sobre la libertad. Se supone que somos un país que defiende la libertad, pero estamos intentando negársela a personas que solo buscan eso: libertad, amor y seguridad”, comentó.
Fischer señaló que la gente puede inspirarse en el musical “Hamilton”, una obra que cuenta la historia de un padre fundador inmigrante de Estados Unidos, escrita e interpretada por un inmigrante.
“Este país fue construido por inmigrantes”, afirmó Fischer. “Fue construido por personas de color, y debemos recordarlo. La historia nos está observando. Es ahora o nunca. Si lo ignoramos, solo empeorará”.
Steve Reichenbach, profesor emérito de computación en la Universidad de Nebraska-Lincoln, opinó que Trump está perjudicando a las universidades al limitar el acceso de estudiantes internacionales. A sus 70 años, expresó su preocupación por cómo estas restricciones pueden frenar la innovación en el país.
“Una de las peores cosas que ha hecho Trump, en mi opinión, es volver a Estados Unidos un lugar poco acogedor para estudiantes de otros países”, dijo Reichenbach.
La comunidad se une
Alejandra “Ale” Fernandez organizó por la tarde la marcha “El poder al pueblo”. Más de 150 personas recorrieron desde la calle 10 hasta la calle 27. Muchos de los participantes en la protesta de la mañana permanecieron para respaldar a Fernandez, quien es cubanoamericana.
“El movimiento trata de priorizar a las personas sobre el poder. La comunidad por encima del control”, señaló Fernandez.

Fernandez lideró la marcha de 17 cuadras, dirigiendo las consignas y guiando a los manifestantes. Organizadores locales distribuyeron hojas con información útil en caso de emergencia. Fernandez tiene planes de desarrollar más recursos para apoyar a las comunidades de Lincoln y Crete afectadas por operativos de ICE.
Con temperaturas superiores a los 32 grados Celsius, vendedores locales ofrecieron agua a los asistentes. Fortunato Sánchez, gerente del restaurante mexicano Cielito Lindo, entregó más de dos docenas de botellas de agua para quienes marchaban por la tarde.
“Me da mucha satisfacción poder aportar, aunque sea un pequeño gesto, a este movimiento”, expresó Sánchez en español.
Erika Cuevas, hija de inmigrantes, caminó por la calle O con un cartel que decía “la resistencia derrite el hielo” en rojo, blanco y azul. Cuevas se sumó a la protesta para respaldar a los inmigrantes y denunciar las injusticias que afectan a su comunidad.
“Espero que esto nos una”, dijo sobre la manifestación. “Estoy muy agradecida de ver a tanta gente aquí en Lincoln que ha salido a apoyar esta causa. Y deseo que esto dé esperanza a quienes defendemos, que sepan que no están solos y que el cambio está en camino.”
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