Por Christina Fernández-Morrow, Hola America
En 1984 Arnulfo Camarillo y su esposa Beatriz reunieron a sus hijos, sobrinas y sobrinos en la YWCA del centro de la ciudad y les enseñaron bailes tradicionales de su pueblo natal en México. “En realidad eran tres o cuatro familias que se reunían para hacer una representación del Día de la Madre. Fue tal el éxito que las familias no quisieron parar, y así ha continuado desde entonces”, dice Karina Camarillo, hija de la familia fundadora del Quad Cities Ballet Folklorico (QCBF). Este año el grupo celebra cuarenta años de compartir la cultura mexicana a través de la música, la danza y los trajes tradicionales.
La organización, oficialmente una organizacion sin fines de lucro desde 2008, sigue siendo dirigida en su totalidad por voluntarios, incluyendo una junta directiva, instructores asistentes y un instructor principal, Ray Terronez, Jr. quien también ha servido como director durante los últimos dieciséis años. “Yo era bailarín, empecé a los siete años”, cuenta Terronez. Cuando se le presentó la oportunidad de convertirse en director, se sintió indeciso. “Era joven, sólo llevaba dos años de instructor y ayudante de instructor. Pero pensé que era importante, porque si no decía que sí al puesto, probablemente el QCBF habría dejado de dejado de existir. No teníamos a nadie que pudiera asumir el cargo de director”. Desde entonces, los fundadores han asumido el papel de asesores, mentores y miembros de la junta que ayudan a Terronez a tomar decisiones y velan por el bienestar del grupo.
Han recorrido un largo camino. Tras años de ir de un lugar a otro para ensayar, en 2017 alquilaron un estudio que comparten con una escuela de artes marciales. Eso ha cambiado la moral del grupo. “A los chicos les gusta pasar el rato antes o después de los ensayos en los pasillos o el vestíbulo”, dice Terronez. Esto crea amistades y ayuda a que los bailarines se sientan más comprometidos y formen vínculos. También proporciona a QCBF un lugar donde guardar los elaborados, coloridos y llamativos trajes tradicionales y el atrezzo que utilizan cuando hacen sus presentaciones.
Los cambios introducidos en el grupo, como permitir la incorporación de niños de cuatro años para aumentar su número, han sido maravillosos, pero no han estado exentos de dificultades. En 2020, debido a la pandemia, se cancelaron todas las presentaciones, ya que las reuniones se convirtieron en un riesgo para la salud. El estudio cerró y el grupo no pudo recaudar las donaciones de las que depende. La junta, los padres y Terronez trabajaron duro para escribir subvenciones para pagar las facturas hasta que fuera seguro volver a hacer presentaciones. La demanda se hizo más fuerte que nunca, y en 2021 superaron los cien bailarines de todos los orígenes, incluso sin vínculos con México. Terronez lo atribuye a un resurgimiento del orgullo cultural entre los jóvenes. “Actualmente tengo estudiantes sin herencia hispana que quieren aprender nuestro tipo de baile. Me he dado cuenta de que cada vez más jóvenes adoptan nuestro baile tradicional. Voy a quinceañeras y muchos de los chicos están haciendo pasos que son folclóricos. Bailan huapangos y pasos que enseñamos en el estudio. Puede que no lo sepan porque bailan con jeans y ropa moderna, pero están haciendo los bailes tradicionales mexicanos que enseñamos”.
Bailar tiene muchas ventajas y una de las que el QCBF se enorgullece de compartir es que sus bailarines llegan a graduarse de la preparatoria. Parte de ese logro proviene de su programa de mentores, Pasos Con Amigos. “Se diseñó para tender un puente entre nuestros grupos pequeños y los mayores. Incorpora oportunidades de aprendizaje útiles para nuestros estudiantes de grupos pequeños a través de actividades divertidas, a la vez que fomenta las habilidades de liderazgo de nuestros estudiantes de grupos mayores”, explica Terronez. Algunos bailarines que se han graduado vuelven para ayudar con la coreografía. En la actualidad, hay tres instructores asistentes que ofrecen voluntariamente su tiempo como estudiantes universitarios, devolviendo así al grupo que tanto impacto tuvo en sus vidas.
Los entusiastas padres también son fundamentales para el éxito del grupo. A menudo llevan a los bailarines en coche a diversas presentaciones, incluso fuera del estado, y cargan con los trajes, el atrezzo y el equipo. Camarillo y Terronez están especialmente agradecidos a ellos y a la comunidad por su apoyo a lo largo de los años. Desde las residencias de ancianos que los acogen para que los bailarines más nuevos adquieran experiencia antes de bailar ante multitudes más grandes hasta los colegios y universidades que invitan al grupo a presentaciones y permiten a los niños visitar instituciones de enseñanza superior, pasando por los festivales y ferias que invitan al QCBF a compartir su talento, todos han hecho posible estos cuarenta años.
Para celebrarlo, el Ballet Folklórico de los Quad Cities organiza dos eventos el mes que viene. El 27 de septiembre es la Fiesta Mexicana XIII, un recital en el Galvin Fine Arts Center en Davenport donde tienen planeada una presentación especial que incluye trajes originales de su primera presentación, y el debut de dos nuevos bailes que fueron enseñados por instructores traídos de Colima y Tabasco, México. “Los niños han estado trabajando duro y están muy emocionados. Va a ser un relato de la historia desde sus inicios hasta la actualidad”, comenta entusiasmada Camarillo. Terronez está igual de emocionado. “Es una mezcla de nuestra historia y nuestro futuro”, dice sobre los nuevos bailes que representan a más de veinte estados mexicanos a través de la danza. Al día siguiente, los voluntarios del QCBF, los fundadores, los bailarines pasados y presentes y sus familias lo celebrarán con la comunidad en un banquete en el Isle of Capri Grand Ballroom. La cena formal se centrará en las personas que han hecho posible su éxito con su apoyo constante. “Los bailarines y los padres hablarán de lo que el Ballet Folklórico de los Quad Cities significa para ellos”, dice Camarillo. Ambos eventos son accesibles para animar a las familias y a los niños pequeños que pueden convertirse en futuros bailarines a asistir. Esperan que la celebración reúna a la gente para recordar el pasado y mirar hacia el futuro.
Si está interesado en alguno de los eventos, póngase en contacto con la presidenta de la junta del Quad Cities Ballet Folklorico, Karina Camarillo, en [email protected] o llame al 630-526-3558. Para más información sobre el grupo, visite www.theqcbf.com.