Henry Vargas nació en Davenport, Iowa en el año 1929, ocho años luego de que sus padres huyeran de México durante la Revolución Mexicana. En Iowa, su padre trabajaba en el ferrocarril de Rock Island, mientras que su madre Esperanza Pérez, criaba a los niños y administraba el hogar en una casa hecha de un vagón del tren. “En la calle West Fifth y Iowa hay un lugar llamado Crescent Macaroni, hacían galletas dulces y saladas y todo eso,” recuerda Henry. “Detrás de ese lugar recuerdo que habían unas cuatro familias y todas tenías casas hechas de vagones… todos los que estaban allí trabajaban para el ferrocarril de Rock Island”. Henry y sus hermanos frecuentemente se reunían en la mesa de la cocina de su casa a escuchar las historias de sus padres sobre la vida en México, siendo éstas una de sus fuentes más importantes de entretenimiento.
Unos años más tarde, la familia se mudó al barrio Cook’s Point en Davenport, donde el alquiler era barato y tenían suficiente tierra para cultivar un jardín, además de criar chivos y pollos. Pero la tragedia golpeó a la familia cuando en el invierno de 1941, el padre de Henry falleció a manos de un conductor borracho. Henry ayudó a su madre a mantener a la familia unida: “Tenía tres hermanos en el ejército durante la segunda guerra mundial. Yo era el mayor de los varones que aún vivían en la casa, en ese entonces tenía dieciséis años. Mi madre tuvo que salir a trabajar para mantener a la familia porque mi padre había fallecido en 1941. Era difícil para ella porque trabajaba en una compañía de productos agrícolas y yo veía que cuando regresaba a la casa le sangraban las manos de tanto trabajar. Por eso pensé “tengo que salir a trabajar”. Así que fui al arsenal de Rock Island”.
Como joven latino, Henry enfrentó discriminación constante. “La policía nos corría de la calle,” recuerda Henry. “A veces estaba caminando a casa en la noche y me detenían y decían ‘¿Dónde vives?’ Yo les decía ‘Aquí en Cook’s Point’. [Ellos decían] ‘Vete a tu casa, es mejor que te vayas a tu casa’. Esa actitud nunca la pasé por alto, de alguna forma siempre nos estaban atormentando”.
Después de la guerra, Henry dejó su trabajo en el arsenal para trabajar en la fábrica John Deere en Moline, Illinois. Se unió a la unión (también conocido como sindicato) de ensambladores de maquinaria agrícola, FE Local 150 e hizo un curso intensivo en activismo político y procedimiento parlamentario. Esa educación fue esencial para él en 1952, cuando la ciudad de Davenport desalojó a los residentes de Cook’s Point para darle cabida a un complejo industrial. El desalojo hizo que los residentes de Cook’s Point se pusieran en contacto con estudiantes activistas, miembros de la facultad de St. Ambrose College y con dos líderes afroamericanos del movimiento por los derechos civiles, Charles y Ann Toney. Juntos, trabajaron para cambiar las desigualdades que enfrentaban día a día. “Vimos lo que la organización NAACP podía hacer”, recuerda Henry “y luchamos para encontrar una organización nacional que pudiera representarnos”.
En 1959, Henry ayudó a establecer justamente tal organización: la sucursal en Davenport de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC, por sus siglas en inglés), también conocida como LULAC Concilio 10. Luego de ser elegido como el primer presidente del LULAC Concilio 10, Henry representó a LULAC en la primera comisión de relaciones humanas de la ciudad de Davenport en 1962 y colaboró para lograr la aprobación de la Primera Ordenanza de Vivienda Justa en 1968. Ese mismo año, Henry junto con otros miembros del Concilio 10, formaron el comité de boicot de uvas de Quad City, el cual fue clave para traer a los Quad Cities el boicot nacional de las uvas californianas, liderado por Cesar Chávez y Dolores Huerta. Con su hija Rita Vargas, Henry protestaba constantemente frente a los supermercados locales, apoyando al boicot de las uvas; estas acciones le causaron conflictos con la policía local.
“El [policía] decía ‘Tienes que salir de aquí, no puedes protestar frente a este lugar’. Y yo le dije ‘No nos vamos a mover de este estacionamiento’. Entonces como seís carros de policía vinieron a buscarnos a los dos y la policía nos dijo, ‘Si quieren protestar, van a tener que hacerlo allá por la autopista. No pueden protestar en el estacionamiento’. A eso lo llamaron boicot secundario, porque estaba afectando a los otros negocios allí. Así que dijo, ‘es eso, o van a la cárcel’. Bueno, vi al muchacho [con quien estaba protestando] y le dije, ‘No quiero que te echen a la cárcel. Hace mucho calor, por un lado y por otro, ¿qué le voy a decir a tus padres?’.
Al mismo tiempo, Concilio 10 se reunió con otras sucursales de LULAC en Iowa y con agencias de atención al inmigrante para asegurar la aprobación de la Primera Ley Laboral para los Trabajadores Inmigrantes de Iowa. Cuando los miembros del LULAC Concilio 10 visitaron los hogares de los trabajadores inmigrantes en Muscatine, quedaron consternados por las condiciones en las que vivían los trabajadores, pues les hacía recordar sus propias experiencias durante la niñez en Cook’s Point. “Era deplorable”, dice Henry. “¡Lo único que queríamos hacer era darles vivienda decente!”. Ellos [los granjeros] los traían y los metían en corrales de pollos y demás. Algunos de nosotros habíamos vivido en Cook’s Point. Por eso pensábamos que eso no era justo. Pensábamos que teníamos que hacer algo al respecto”.
Al contemplar su vida de lucha social, Henry reflexiona con las palabras de Eleanor Roosevelt “Es mejor prender una vela que maldecir a la oscuridad… no se puede vivir en la oscuridad”.
El señor Henry Vargas es el primero en esta serie de 3 artículos que Hola Iowa y Hola America tendrán el mes de julio en honor a los 3 miembros fundadores que aún viven de LULAC en Davenport, IA en el año 1959.
Los artículos son cortesía de la nueva pagina de Internet llamada “Migration is Beautiful” (La Migración es Bella). Esta página fue desarrollada del Proyecto de Mujeres Latinas de la iniciativa de Archivos de Mujeres de Iowa de las Bibliotecas de la Universidad de Iowa. La pagina http://migration.lib.uiowa.edu/ será activada al fin del día 5 de Julio.
Visítela y vea la historia de la migración de los Latinos en Iowa empezando desde el año 1850.