Archivos de Hola América: Los Soñadores salen de las sombras – La historia de Limberth

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Limberth Ponce in 2012
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Historia publicada originalmente el 18 de julio de 2012

Artículo y foto por Patrick Traylor

 

Limberth Ponce abre la puerta del garaje de sus padres, enciende las luces y engancha un saco de boxeo del techo al suelo. Le da un par de golpes juguetones y echa un vistazo a las sillas apiladas y a las herramientas que están dispersas. El graduado de la escuela secundaria Moline, de 21 años, sigue viviendo con su madre y su padre en Rock Island al tiempo que asiste a la universidad Black Hawk y trabaja como mesero en un restaurante. También entrena a niños de cinco y seis años en el Club de Fútbol Moline. El garaje es su espacio personal, su gimnasio de entrenamiento, además de otro garaje en Moline donde trabaja con su entrenador Jeff Pérez.

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Esta primavera, Ponce ganó el combate por el título de los Guantes de Oro de Chicago, de 165 libras, lo que lo clasificó para competir por un título nacional. Pero un tecnicismo le impidió avanzar: nació en México.

“Era algo pequeño y no recuerdo todo lo que pasó”, dice Ponce sobre su entrada en los Estados Unidos. “Cumplí 9 años en el camino hacia aquí… no tuve una fiesta de cumpleaños ese año.”

A Limberth lo metieron en un auto con gente que no conocía y le dijeron que fingiera dormir en la parte de atrás mientras pasaban por un control fronterizo. Se dirigieron a Moline para estar cerca de la familia de su madre.

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“Al principio fue un poco duro porque no entendía nada”, explica Ponce. Se retrasó un año en la escuela, repitiendo el tercer grado con una maestra que hablaba español. Aunque el hecho de que le retrasaran pudo hacerle sentir mal en ese momento, ahora piensa que no fue una mala decisión.

“Tenía una vida promedio, en realidad…” admite Ponce. “Creo que después del quinto grado”.

Jugó al fútbol y empezó a boxear a los 11 años, adaptándose gradualmente a su nuevo hogar. Al principio, el boxeo no parecía un ajuste natural, pero siguió trabajando y se hizo más fuerte.

“No era bueno, era un niño pequeño y gordito”, recuerda Ponce. “Solía recibir palizas todo el tiempo.”

Hoy en día le pegan mucho menos en el ring, pero eso no significa que le sea fácil. Se esfuerza por superar su futuro sin un estatus legal.

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“Supongo que cuando eres más joven no piensas realmente en ello”, dice Ponce. “Pero cuando eres mayor y tienes que hacer las cosas por ti mismo, es muy importante y te das cuenta de lo que está pasando”.

“Creo que puedo lograr cosas más grandes”, continúa Ponce. “No estoy seguro de qué, pero sé que tendría menos problemas para hacer lo que quiero hacer, como ir a la universidad”.

Ponce planea aprovechar la política de inmigración de acción diferida (DACA) recientemente anunciada y obtener un permiso de trabajo legal.

“Quiero conseguir un mejor trabajo”, dice Ponce. “Como el que ahora tengo… me mantuvo durante la preparatoria y todo, pero creo que es hora de seguir adelante…”

El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos anunció la nueva política el 15 de junio y comenzará a aceptar “solicitudes de acción diferida” dentro de los sesenta días siguientes a ese anuncio. Para Ponce, y los otros miles como él, todavía hay muchas preguntas sin respuesta, pero hasta ahora la acción diferida inspira cierta esperanza.

“Mi plan para el próximo semestre es sólo boxear e ir a la escuela”, dice Ponce. “Después de la escuela, dependiendo del título que obtenga… trabajar y tener una familia”.

“Creo que [la política de acción diferida] me ayudará, como ir a la escuela, a obtener ayuda financiera para poder ahorrar dinero”, dice Ponce. “… sin tener que preocuparme de que me paren, sin tener que preocuparme de que me acosen por nada.”

No recuerda mucho de México, aparte de que nació en Acapulco, donde solía pasar el tiempo en la playa con los turistas. Para él, los Quad Cities son su hogar. Y por ahora, seguirá boxeando. Espera entrar en el circuito profesional en otoño después de completar su currículum de amateur con unos cuantos torneos más este verano. Continuará trabajando tanto como pueda, ahorrando dinero para pagar la escuela y para poder seguir siendo entrenador de jóvenes jugadores de fútbol. Continuará soñando con el futuro, esperando hasta que pueda superar los obstáculos de su estatus.

“Sólo quiero vivir una vida normal”, dice Ponce. “Esto marcará una gran diferencia para mí y para mucha gente”.

 

ACTUALIZACIÓN: Limberth Ponce ahora en el 2020

 

Limberth Ponce y su familia.

Limberth ha estado trabajando en Dohrn Transfer por más de cinco años.

Se convirtió en boxeador profesional y tiene un récord de 17 peleas ganadas y 4 derrotas con 10 de esas victorias por la vía del nocaut. Tres de sus peleas han sido televisadas nacionalmente. 

En 2012 dijo que uno de sus sueños era tener su propia familia y el 13 de agosto de 2016 se casó con Kaitlin y juntos están criando una hermosa familia con sus hijos Kiah, Penelope y Limberth Jr. “Planeo viajar con mi familia y llevar a mis hijos a los lugares que siempre quise ir cuando era niño” dijo.

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