

Por Kate Payne, Radio Pública de Iowa
Los dos adolescentes acusados de matar a una profesora de español de una preparatoria en Fairfield a principios de este mes se han declarado no culpables de los cargos que se les imputan. Jeremy Goodale y Willard Miller, ambos de 16 años, se enfrentan a cargos de asesinato en primer grado y conspiración para cometer un delito grave.
Goodale y Miller presentaron comparecencias por escrito para declararse no culpables, optando por no comparecer en audiencia pública. Están acusados de lo que, según los fiscales, fue el brutal asesinato de Nohema Graber, de 66 años, que enseñaba español en el instituto de Fairfield, donde los chicos eran estudiantes.
Los investigadores dicen que los adolescentes tramaron y llevaron a cabo su asesinato, utilizando las redes sociales para discutir los detalles de sus planes y un posible motivo. Según las denuncias penales del caso, el cuerpo de Graber fue encontrado oculto bajo una lona, una carretilla y unas vigas de ferrocarril en el parque Chautauqua de Fairfield, donde era conocida por sus paseos. Según los investigadores, Graber había sufrido un “traumatismo craneal provocado”. Las autoridades no han dicho cuál fue el motivo para matarla.
El asesinato de Graber ha conmocionado a la ciudad, donde se la recuerda como una educadora dedicada y un miembro querido de la comunidad latina local. Nacida en Xalapa, México, Graber se instaló en Fairfield con su marido y sus tres hijos, ya mayores. (La pareja se divorció más tarde pero siguió siendo muy unida, según el Des Moines Register).
Sus seres queridos dicen que Graber iluminaba las aulas con su pasión por la enseñanza y su orgullo por su herencia mexicana. Era un elemento habitual en las reuniones y celebraciones familiares, cantando y bailando al ritmo de la música latina. También era una católica devota que a menudo rezaba por sus alumnos, según sus amigos.
La semana pasada, los abogados de Goodale y Miller solicitaron al juez Joel Yates que los pusiera en libertad antes del juicio, argumentando que la detención prolongada puede tener efectos duraderos en los menores y diciendo que sus clientes se adherirían a una serie de condiciones de liberación, incluyendo el control por GPS, la vigilancia por vídeo y la supervisión familiar.
Los fiscales argumentaron que la detención preventiva de los adolescentes es una cuestión de seguridad pública y rebatieron que sus familias son incapaces de vigilarlos adecuadamente, ya que el delito se cometió mientras vivían en casa.
Se espera que Yates emita una resolución escrita esta semana sobre si los adolescentes deben ser puestos en libertad y en qué condiciones. Actualmente ambos están detenidos bajo una fianza de 1 millón de dólares en efectivo.
Según los archivos del tribunal, está previsto que los adolescentes vuelvan al tribunal para una conferencia previa al juicio el 21 de marzo. Está previsto que el juicio con jurado comience el 19 de abril.